viernes, 22 de octubre de 2010

Un viernes de oficina


Solo pensé que el día era maravilloso,
podia sentir el viento paseando entre las hojas,
modificando la forma de las ramas de un único arbol,
que un espacio entre dos monitores
me permite ver,
Se hizo un pequeño silencio en el ambiente y me pareció
un campo, con “el arbol” capaz de contener el sol
capaz de darme un lugar de reposo, de naturaleza
de vida….
y luego en un par de segundos,
todo vuelve a la normalidad acostumbrada,
una oficina de 3 x 4, donde se agolpan tres o más personas
presuroras, otras que van y vienen y consultan
y piden… y dejan…
Y una pila de papeles espera , y el teléfono comienza a
sonar incesantemente... y alguien grita al teléfono como si
del volumen de voz dependiera la comprensión del otro.
Como si la distancia pudiera salvarse llenando los pulmones
y sacando todo lo contenido.
… Y el arbol…. Y la naturaleza???
Vuelvo a mirar entre los monitores, pero ya no existe
sólo un verde que se mece empujado por el viento.